jueves, 8 de agosto de 2013

La Fuente

Cuando era un chiquillo el verano me olía a sol impregnado en fachadas, me olía a olas. Agosto era el mes de las fiestas y justo por estas fechas, semanas antes de los "grandes días de cervezas y amanecidas", me gustaba subir alguna que otra tarde a la plaza y sentarme bajo la algarabía de los pájaros que escudriñaban los Laureles de Indias que en los años 30 ó 40 mi padre había plantado junto a su primo. Había una fuente. Una fuente que hace décadas que desapareció...de allí, pero no de mi memoria.