miércoles, 23 de diciembre de 2015

El lado oscuro, un graffiti pretérito...quizá futuro.

En la séptima entrega de Star War se aprecia ligeramente que los americanos van enterándose un poco de política (como ciencia no la actividad) y puede que sea porque uno de los asesores de Obama es de Telde. Ya no se llama princesa Leia, ahora es general (en la reserva) porque llamarle Comandante en esta eterna rebelión contra los Sith sería como llamarle Ché directamente a la exprincesa y muy larga sigue siendo la sombra del guerrillero incluso para que Lucas se permita ese guiño cuando de luchar contra el opresor se trata. Y claro, es que alguien debió decirles que en la república no hay sangre azul y había que corregir la incongruencias de las primeras películas. Pero eso sí, nos deleita con un efímero guiño a "Apocalypse now" (a ver si lo pillan cuando vean la película...las dos si no han visto la de Francis). Ah!...decir que quien recibe al capitán Willard (Martin Sheen) y le hace algunas preguntas sobre su pasado en la mucho más que película de Coppola es precisamente Harrison Ford (Han Solo...vaya, el personaje se comió al actor).

Bueno, de todas formas jamás olvidaré, por muy buenas películas de entretenimiento que hagan los "Yankees" aquel grafitti hecho con spray, comprado en la ferretería y que contenía más plomo que el 45 de Eastwood.

No se´...quizá en un futuro no muy lejano veamos en cualquier calle un holograma que diga "Lado Oscuro go home".