domingo, 26 de mayo de 2013

Un boceto

Hace nos meses regalamos a mi madre un boceto, de ella, realizado por mí en uno de esos domingos en los que comparto algo más que obligación.  Lo enviamos a una exposición y, uala, no ganamos pero se quedaron con él por su sencillez.

La alegría fue mayúscula y saber que está en manos de profesionales (estaba destinado a la destrucción sistemática) hace que sea de mi madre alguien más inmortal de lo que ya, para mi, lo es.