Crónica de un vida anunciada
Hasta siempre escritor. Gracias por hacer mágicas muchas horas de mi realidad. Te lloro físicamente y te lloro donde, en mí, todo flota. Tú sí tendrás quien te escriba, navegarás por el Río en estos tiempos de cólera y tu muerte no anunciada te hará eterno. Vive en paz entre quienes te alojamos en estanterías en forma de palabras