Bob Dylan es un tipo peculiar cuya depresión endógena, desde aquel accidente de moto en los 60 que le mantuvo encerrado durante tres años, derivó en un brote de paranoia: creía que le iban a matar cuando por 15 minutos de gloria cualquier americano asesinaba a un famoso, o lo intentaba.
Discernir si se merece el Nobel o no es escupir contra el viento, al fin y al cabo se puede decir de él, como novel Nobel, que al menos el mundo le conoce y es precisamente esto último (junto con la definición de Literatura) lo que justifica haber sido galardonado como así expresó el altruista creador de los premios homónimos: "que por su trabajo literario haya generado un idealismo".
"Vamos, escritores y críticos,
que profetizáis con vuestras plumas,
mantened los ojos abiertos,
la oportunidad no se repetirá."
Bob Dylan. The times they are a-changing