jueves, 8 de agosto de 2013

La Fuente

Cuando era un chiquillo el verano me olía a sol impregnado en fachadas, me olía a olas. Agosto era el mes de las fiestas y justo por estas fechas, semanas antes de los "grandes días de cervezas y amanecidas", me gustaba subir alguna que otra tarde a la plaza y sentarme bajo la algarabía de los pájaros que escudriñaban los Laureles de Indias que en los años 30 ó 40 mi padre había plantado junto a su primo. Había una fuente. Una fuente que hace décadas que desapareció...de allí, pero no de mi memoria.

martes, 6 de agosto de 2013

La Vitamina B12

Por mi trabajo tengo el privilegio de aprender día a día desde hace más de 20 años. Mi misión es la de convertir en imágenes artísticas o por CAD todo lo que tiene que comunicarse en medicina o en el hospital.

En estos días ando enfrascado en un importante trabajo sobre la vitamina B12 y he logrado adaptar un esquema a animación (digestión y absorción de la vitamina B12 publicado en una prestigiosa revista médica).  Lo maravilloso del caso es cómo nuestro cuerpo, un universo, produce, transporta y transforma una proteína tan sencilla de obtener (básicamente dieta) en un elemento imprescindible para la vida.

La Cobalamina (B12) es tan "humilde" que su función pasa desapercibida tantas veces que su carencia produce síntomas que pueden ser alarmantes (sobre todo en ancianos) y que con sólo ser prescrita por un especialista todo vuelve a la normalidad.

Es tan sencillo que parece increíble.

lunes, 15 de julio de 2013

Lo intuia

Hoy he leído que el Narcisismo está relacionado con una carencia de masa gris en una parte del cerebro.

Narcisismo, más allá de su etimología relacionada con la belleza, es también un síndrome cuyas patologías van desde  hacer creer a los demás lo que no se es hasta hablar y hablar y hablar de una o uno mismo todo el tiempo....toda la vida y no tener nada que decir.

La mentira es un síntoma característico junto a los celos.

Ausencia de masa gris.

domingo, 30 de junio de 2013

Ackermann

Autoretrato (1982)
Le conocí a principios de los 80.  Adoraba a mi hermana y esa adoración fue recíproca.

Rodolfo, su nombre en castellano, era tímido y prolífico. Me llamaron la atención la delicadeza de sus grabados (técnica que dominaba) y la rudeza en unas y sutileza en otras, la vida, de sus tallados en madera.

Es incomprensible lo poco conocido que es para los canarios aquel hombre que arraigó en nuestra tierra, bebió de ella y dio de beber con su arte.

Estar en posesión de un Ackermann es tener un trozo de la historia del arte en canarias: es un tesoro.

Una serena imagen (1985)