Porque soy Feliz

Mis niveles son demasiado altos para hundirme,
he dicho que nada puede hundirme,
nada puede hacerlo.

Pharrel Willians

Crónica de un vida anunciada

Hasta siempre escritor. Gracias por hacer mágicas muchas horas de mi realidad. Te lloro físicamente y te lloro donde, en mí, todo flota. Tú sí tendrás quien te escriba, navegarás por el Río en estos tiempos de cólera y tu muerte no anunciada te hará eterno. Vive en paz entre quienes te alojamos en estanterías en forma de palabras

Buda y la caja de chocolate

Quedamos en su casa, alquilada, en la playa de Arinaga.  Ahora, el recuerdo de aquella casa me transporta a los atrezzos de Woody Allen. Ya nos habíamos visto antes y nuestro primer beso fue en Guayadeque con sabor a vino azufrado.  Impartía clases, no a mí, y era siete años mayor que yo.  Surgió y nos amamos hasta que todo se diluyó en el tiempo.

Vi un disco, sus discos estaban dispersos, con la imagen de Buda. Cat Stevens... fue soltar la púa sobre el vinilo y bastó para que escriba, treinta y tantos año después sobre aquel instante.

Era demasiado joven, (oh, very Young, segundo tema de la cara A, me dijo)
y aquel disco sigue girando como Ella. Los amores con profesoras te marcan para toda la Vida.

Yo pisaré las calles nuevamente

Conocí La Habana de la mano de Alejo Carpentier. "La Ciudad de las columnas" me petrificó en Ella.  En los 90, Pablo Milanés dio un concierto íntimo en la plaza de Santa Ana.  La Humedad de la noche, las fachadas, Yolanda, Amo esta Isla, Despertar...

Me acerqué a él y le dije que por favor no dejara de pisar nuestras calles nunca. Y, de una manera callada, se me adentró sonriendo.

Querido Pablo...

Ojalá se muera tu hijo, gritó como una posesa

Y gritó de lejos (mi niño tenia 2 años por entonces)
¿Quién puede desearle la muerte a un niño de dos años nieto de su madre?

Solo quien tiene el alma negra (y quienes la exoneran también).